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El castillo de Quermançó se encuentra a unos 2 km al norte de Vilajuïga, España, situado en la cima de una colina remota y accesible directamente a pie desde una pequeña carretera que sale de la N-260.
La historia del castillo se remonta a 1078. Fue propiedad de los condes en la región de Empúries. En 1472, durante la Guerra Civil Catalana, el castillo fue ocupado por fuerzas leales a Juan II. En 1808, el castillo fue capturado por las tropas napoleónicas, ocupado durante varios años, e incluso fue fortificado como torre de armas. A pesar de las fortificaciones adicionales, una explosión ordenada por el mariscal Suchet durante la retirada francesa en 1814 dejó el castillo en ruinas, que se han degradado aún más en lo que ahora es el estado actual del castillo.
El pintor surrealista, Salvador Dalí, tenía un profundo afecto por el castillo y estaba muy familiarizado con él, ya que se encuentra en la carretera casi a medio camino entre su ciudad natal de Figueres y su hogar costero en Cadaqués. Tenía varias ideas para el castillo, incluida la creación de un órgano de tubos naturales en el castillo que habría sido "jugado" por el viento de tramuntana que sopla constantemente en el área. Otro era alojar a un rinoceronte en el sótano únicamente para que los turistas vinieran a verlo, y el otro era adquirir las ruinas del castillo y hacerlas en la residencia de su esposa, Gala.
Se ha realizado un trabajo moderado en el castillo para mantener su estado actual, pero los visitantes notarán que se encuentra en terrenos de propiedad privada. También es de destacar que el interior se ha cerrado al público para frustrar los vándalos, por lo que solo el exterior es visible para los visitantes.